Para los cubanos de ambos lados del Estrecho de la Florida, las palabras de presidente americano Barack Obama, anunciando la normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba, causaron reacciones encontradas e intensas. Mientras que en la isla algunos celebraban y lloraban por un momento tan esperado; en Miami, "Cuna del exilio cubano", otros se mostraban indignados y decepcionados con el mandatario demócrata, al que acusaban de haber traicionado la causa anticastrista y con ella los sufrimientos de miles de sus compatriotas, quienes habían muerto en su lucha contra el comunismo. Y que sin lugar a dudas, se trata de un tema complicado y con muchas aristas, de las cuales trataré de explicar dos de estas.
¿ Quién se beneficia más con el acuerdo entre Obama y Raúl Castro?
Evidentemente Obama ha otorgado muchas concesiones (aumento de remesas, retiro de Cuba de lista de naciones que apoyan al terrorismo, incremento de viajes a Cuba por parte de los cubano-americanos) a Raúl Castro, sin que este último haya ofrecido nada sustancial a cambio: respeto a los derechos humanos, elecciones libres, prensa sin control estatal, suspender la represión a disidentes etc. El aumento de ingresos provenientes de exterior, permitirá al régimen ampliar su política represiva contra la sociedad y los disidentes cubanos, los cuales sufrirán un mayor acoso y persecución, haciendo más difícil su lucha a favor de la democracia. También es necesario señalar que Cuba sigue manteniendo relaciones con organizaciones y países que apoyan al terrorismo, por lo que su posible eliminación de este grupo sería un grave error. Sin embargo, el probable levantamiento del embargo (solamente el senado americano puede aprobar esta medida), le restaría al castrismo, el pretexto que siempre a utilizado para justificar su política represiva hacia los disidentes y sus fracasos en materia económica. Esto serviría para mostrar a los todavía ilusos admiradores del comunismo cubano, el verdadero rostro de este fascismo de izquierda, que se ha implantado en Cuba.
El castrismo y su futuro en Cuba
La dirección gubernamental cubana entiende que el comunismo es inviable para sus coterraneos, pero siguiendo el modelo chino o vietnamita, puede tratar liberalizar la economía y solucionar cosmeticamente algunos de los males del sistema cubano, aunque manteniendo el control político del país; esta apuesta riesgosa no le funcionó a los soviéticos y a sus satélites en Europa del Este, llevando a dichas tiranías a la desaparición.
Por otra lado, puede intentar el ejemplo de algunos países de la extinta Unión Soviética o del África comunista tales como: como Angola bajo el MPLA. En dichos lugares, el régimen marxista abandonó su ideología socialista, adoptando algunas formas democráticas, pero el verdadero poder político, social,económico y militar siguió en sus manos. Ese caso podría aplicarse a Cuba, donde el partido comunista (solo de nombre) ya no sea el único, pero todavía mantenga cierto dominio sobre las esferas más importantes del país.