La reciente aceptación peruana del Pacto Migratorio Mundial de la ONU, ha traído una gran controversia en nuestro país. A pesar de ser un convenio no vinculante para el Perú y el resto de signatarios, muchos compatriotas sienten que este tratado afectará sus derechos (salud, trabajo, educación); mientras que "aumentará" el número de beneficios recibidos por los inmigrantes venezolanos.
No dudo de las buenas intenciones del pacto; considero justo y necesario que los países con mayor riqueza apoyen a los más desafortunados. La humanidad a pesar de todos sus males y errores nunca ha carecido de caridad y compasión hacia sus semejantes; ejemplos sobran de estas nobles acciones. Sin embargo, la aceptación de inmigrantes y refugiados (términos muy diferentes) debe ser proporcional a la capacidades materiales de las naciones. Es económica y socialmente muy irresponsable acoger a una gran cantidad de venezolanos si no se está listo para darles una vida digna en sus nuevos hogares. Además, nuestros representantes deben reforzar o crear entidades que identifiquen y excluyan a elementos dañinos para la sociedad que los acoge. Vale la pena resaltar con respecto a este ultimo punto, que contrariamente a lo que se cree, la mayoría de expatriados venezolanos no es parte de actividades ilícitas.
Sin embargo, no debemos olvidar que la responsabilidad con respecto al tema migratorio no solo debe circunscribirse al entorno nacional. Caracas y Maduro tienen que cumplir sus obligaciones (crear condiciones de vida verdaderamente humanas) para evitar la fuga masiva de sus compatriotas. A estas alturas para nadie es un secreto que la terrible situación de nuestros hermanos sudamericanos es culpa (en gran medida) del pésimo e irresponsable manejo que se ha hecho de la economía por parte del chavismo. Por eso, así como se exige a los vecinos de Venezuela, ayuda y compresión hacía el sufrimiento de sus habitantes, también los organismos internacionales deben demandar a Nicolas Maduro un respeto hacia la dignidad de sus gobernados.
Refugiado- según define al artículo 1A de la Convención de 28 de julio de 1951 relativa al estatuto de los refugiados de las Naciones Unidas) es una persona que se encuentra fuera del país de donde es originario, o bien donde reside habitualmente, debido a un temor fundamentado de persecución por razones de etnia, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opiniones políticas, y que no puede o no quiere reclamar la protección de su país para poder volver.
Inmigrante- Que llega a un país o región diferente de su lugar de origen para establecerse en él temporal o definitivamente
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