Introducción
Para nadie es un secreto que la atención en los hospitales públicos nacionales es muy deficiente. No solo se carece de medios necesarios (medicinas, camas, equipos modernos, agua potable,etc) para brindar un efectivo tratamiento a las enfermedades de turno, si no que la lentitud e indolencia burocráticas aumentan el sufrimiento de los pacientes y sus familiares. A estas fallas habría que añadir el exceso de personal administrativo en el sector salud, lo que trae como consecuencia la reducción del número de galenos disponibles para atender efectivamente a los enfermos. También debe mencionarse la gran cantidad de horas que invierte un asegurado en conseguir su cita y medicamentos.
La Odisea ha comenzado
"La fila es inmensa y parece no tener fin. Hombres, ancianos mujeres y niños esperan con rostros cansados y resignados a que la gran "serpiente" se mueva con mayor rapidez. Algunos reposan en los hombros de sus seres queridos, otros miran con molestia el reloj y el resto maldice su suerte en medio de un calor infernal que ya ha provocado varios altercados. Las camillas aparecen y desaparecen llevando todo tipo de personas cuyos rostros muestran tristeza, desolación, cansancio y abandono. La indiferencia es total, solo importas tu. Más allá solo hay una masa amorfa cuyos sufrimientos son tan terribles que debemos ignorarlos para no hacer los nuestros más pesados. Para los médicos solo somos un número, un papel en su escritorio que conviene al instante atender para dar paso a otro desventurado en la lista".
"La vida no vale nada ¿cuando lo ha valido?. Todo sigue igual o quizás peor...."
"Casi 200 años han pasado desde 1821, mucho se ha avanzado, pero mucho más falta para ser verdaderamente libres"
"La vida no vale nada ¿cuando lo ha valido?. Todo sigue igual o quizás peor...."
"Casi 200 años han pasado desde 1821, mucho se ha avanzado, pero mucho más falta para ser verdaderamente libres"