Para muchos cubanos la reciente muerte de Fidel Castro significó la perdida de un "adalid de la libertad", quien durante más de 50 años luchó para darle a Cuba una más "justa y equitativa" sociedad. Para otros, el líder caribeño solo trajo a la isla "miseria, división, y muerte", además incumplió gran parte de las promesas que le hizo a su pueblo aquel prometedor enero de 1959. A continuación haremos una pequeña sinopsis de los logros y fracasos de Castro durante los años que regentó el poder.
Lo Bueno
Al analizar el gobierno castrista, pocos pueden negar que durante este se lograron avances en los sectores de la salud, la educación y el deporte. Los cubanos tuvieron acceso a programas de salud completos que trataban desde las más simples dolencias hasta las más complejas. De esta manera la medicina isleña obtuvo un gran prestigio en el mundo (ya lo tenía desde antes del gobierno revolucionario). Las políticas educativas lograron acabar con el analfabetismo y se apoyó como nunca las investigaciones y publicaciones sobre Cuba y el mundo (siempre que no contradijeran las doctrinas régimen), además La Habana se convirtió en un importante lugar de encuentro para destacados políticos e intelectuales "progresistas tales como: Gabriel García Márquez, Jean Paul Sarte, Salvador Allende, Pablo Neruda, etc. Con respecto al campo deportivo, las hazañas fueron incontables, permitiendo que hombres y mujeres alcanzaran lo más alto del podio en diferentes citas competitivas de carácter regional y mundial.
Lo Malo
La represión hacia cualquier atisbo de disidencia y la falta de libertades individuales han sido algunas las principales características del sistema cubano. El Estado controla todos los medios de comunicación impidiendo a los opositores transmitir su mensaje a la mayoría de oyentes. A esto hay que añadirle la total censura informativa a los que son sometidos los cubanos, de esta manera la Nomenklatura comunista les impide tener una visión más critica y balanceada sobre la realidad de su país. El partido comunista (único permitido en Cuba) dirige el sistema político impidiendo que haya discusiones y criticas serias sobre el pasado, el presente y el futuro de la isla. Por otra parte, hombres y mujeres desconfían de sus vecinos a los que se perciben como posibles agentes encubiertos dispuestos a delatar a reales o imaginarios oponentes. La economía, dependiente en gran parte de las remesas de los exiliados cubanos (a los que Fidel Castro desprecia y humilla), se ha mostrado incapaz de desarrollar la nación, haciendo de las carencias materiales un pan de cada día, que los naturales apenas soportan. Esta situación se ha agravado mucho más desde la caída de la Unión Soviética y la reciente reducción de los envíos de petróleo venezolano.
Como epílogo es menester resaltar la existencia de clases sociales en Cuba: ¿estamentos sociales en en un gobierno marxista? ¿está bromeando su servidor? Para nada, en la patria de José Martí existen divisiones muy marcadas entre los habitantes, divisiones que el comunismo afirmó que borraría de la faz de la tierra una vez que obtuviera el poder. A los nacionales los separa el acceso a dolares, su color de piel ( la discriminación a los negros todavía es un problema pendiente) y su pertenencia a la élite gobernante. Este último aspecto se hace cada vez más visible e indignante para los cubanos, quienes perciben con gran desilusión como muchas de las promesas iniciales de los revolucionarios han caído en saco roto.
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