martes, 28 de enero de 2014

Ariel Sharon, ¿”León de Dios o Bulldozer”?

Para los israelíes que sirvieron bajo su mando en las victoriosas guerras de 1967 y 1973, “Arik” (apodo de Ariel Sharon) fue un gran y astuto estratega que llevo a las huestes hebreas a significativas victorias sobre los egipcios, las cuales sirvieron para consolidar la existencia del estado judío. No es extraño, por lo tanto que muchos en su tierra (especialmente los sectores más radicales) lo idolatraran. Sin embargo, esta era una cara de la moneda de un hombre que fue responsable (directo o indirecto) de numerosas atrocidades hacia sus enemigos, especialmente los palestinos,  para los cuales el recuerdo de Sharon es un símbolo de maldad y brutalidad. Y tiene cierto asidero esta opinión, considerando que el “León de Dios”-otro de sus apelativos-fue encontrado indirectamente responsable (por una comisión israelí) de la matanza de refugiados palestinos en las aldeas de Sabra y Chatila llevada a cabo por falangistas cristianos libaneses, aliados a Israel, se acusó a Sharon de no tomar las medidas suficientes para evitar el crimen, razón por la que fue forzado a dimitir de su cargo de Ministro de Defensa. Este horrendo hecho ocurrido en medio de la guerra civil del Líbano, le perseguiría hasta su reciente muerte y sería motivo de controversias, demandas y publicaciones sobre su verdadero nivel de involucramiento en la carnicería.
Pero, cuando mucho pensaban que era un “cadáver” político sin posibilidad de acceder al máximo cargo de su nación, sus habilidades personales y el descontento popular con el gobierno laborista de Ehud Barak, lograron que accediera al poder. Para sorpresa de muchos, el hombre que tomó el mando del país era una persona más moderada y pragmática, que entendía que no todos los problemas se podrían resolver por medio de la violencia. Por eso, decidió retirar a los colonos judíos de Gaza y parte de Cisjordania, área que Israel ocupaba ilegalmente y en la cual no tenía derecho alguno de instalar población israelí. Esta medida le trajo fuertes críticas de los ultra-ortodoxos(los que antes habían sido su sostén político), aunque no lograron que cambiara su opinión al respecto. Mas, cuando parecía que el proceso de paz con Palestina empezaba a revitalizarse, Sharon sufrió un derrame cerebral que lo incapacitó e impidió que sus planes con respecto al Medio Oriente (cuales quieran que fueran) progresaran.
Reacciones mundiales encontradas
Una vez que se conoció el fallecimiento del ex primer ministro, los mensajes de pésame o critica no se hicieron esperar.
Para Barack Obama: “Sharon, fue un hombre que dedicó su vida al Estado de Israel”, mientras que el actual gobernante hebreo, Benjamín Netanyahu afirmó: “Su memoria está grabada en el corazón del pueblo”.
Otras expresiones fueron menos complacientes y provinieron del mundo árabe. “Él causó la muerte de Yasser Arafat”, señaló el antiguo jefe de los servicios secretos palestinos, Yibril Rayub.
Abandona pues este mundo, un hombre que venció en batalla a todos sus enemigos, pero que al final no pudo conquistar a su más duro rival; su carácter; que le impidió lograr una verdadera y total paz en tan conflictiva región, si la hubiese logrado, sin dudas sería el más grande soldado, desde los tiempos de su ancestro, el Rey David.


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